miércoles, 4 de diciembre de 2013

Los motivos por los que todo ser humano decente debería odiar a Steve Jobs. Y a Apple.

El primer conocimiento que tuve de un producto de Apple fue en mi segundo año de universidad. Un compañero se compró un Macintosh y no paraba de decir mirad lo que me he comprado, es lo mejor blablibloblu, hasta casi llegar a convencernos a todos de que era lo mejor, pues parecía fácil de usar, era bonito y funcionaba bien. Creí que algún día podría permitirme una de esas maravillosos artefactos futuristas, pero mientras tanto tenía que conformarme con utilizar un PC, que era algo mucho mas asequible y mundano para hacer mis proyectos de carrera.

Como no tenía dinero, no me quedó mas remedio
que ser el inadaptadode de la izquierda.

Con el tiempo me aprendí a manejar Windows y empecé a entender cual era la filosofía de las dos marcas que monopolizaban el mercado y sus estrategias para que todo siguiera igual.

Mientras Bill Gates y Microsoft hacían productos de baja calidad pero baratos para llegar a la mayor parte del mercado, Steve Jobs y Apple vendían un Hardware exquisito para una minoría elitista que desconfiaba de cualquier cosa que no llevara el logotipo de la manzana mordida. Una especie de batalla comercial en la que los dos se necesitaban como el yin y el yang. Los amantes que discuten por el día para reconciliarse por la noche y no permiten un tercero en discordia.